Las consolas han sido durante décadas el corazón del videojuego doméstico. Seguro que muchos de vosotros recordáis vuestra primera consola, ya sea una pequeña portátil como la Game Boy o Game Gear o algunas más viejas como la Atari.
Estas máquinas han copado los anuncios de televisión a lo largo de la historia y han servido para crear algunos de los anuncios más emblemáticos de la historia de los videojuegos. Super Nintendo, Game Cube, PlayStation… Por no decir que muchos también esperaban el cambio de generación conforme estas iban evolucionando.
Prácticamente los cambios de generación era algo que se llevaba a cabo cuando salía la nueva PlayStation o iba evolucionando la Xbox. Resulta curioso ver como algo que estaba predestinado para dominar el mercado está sufriendo tanto durante esta última generación, tal vez a excepción de Nintendo.
Las consolas están sufriendo y muchos usuarios se sienten maltratados. Tener que pagar más por algunos juegos o requerir de una suscripción para poder jugar online son algunas de las posturas más abusivas por parte de unas compañías que parece que quieren dejar morir esta parte del mercado.
El cambio en Game Pass no ha dejado en muy buen lugar a las consolas
Una de las últimas estocadas que se han llevado los usuarios de consola es ver cómo una de las suscripciones más famosas doblaba su precio de la noche a la mañana en contraposición a lo que hacía su homónima en PC.

Atari 2600
Disfrutar de una suscripción con todo incluido en Game Pass cuesta prácticamente el doble que una suscripción para el PC. Sin duda esto está haciendo que cada vez sean más los usuarios los que duden en comprarse una nueva consola debido al futuro que aguarda de estas.
A pesar de que Nintendo está trabajando a su ritmo, parece que Sony no está pasando por un buen año. Las críticas a sus últimos juegos exclusivos y la oferta de una suscripción que palidece en comparación a la de la competencia no la deja en muy buen lugar.
Por otro lado, los usuarios de Sony también elevan sus quejas al ver cómo los juegos que antes eran propios y exclusivos de su plataforma llegan cada vez con más frecuencia a PC. Lo que puede parecer bueno para la industria, debido a no limitarse a las exclusividades, se puede volver en contra del jugador debido a la poca competencia entre formatos.
Un cambio de negocio a la vuelta de la esquina
Está claro que muchas compañías encuentran el negocio del videojuego mucho más rentable que la consola, aunque sea una estrategia a corto plazo. Resulta bastante curioso ver cómo palidece un mercado cuando hasta hace unos años era todo un éxito incuestionable. Las consolas se vendían por millones y las ventas de los videojuegos colapsaron las tiendas de turno.
Hoy en día nos encontramos ante una industria que no para, un consumidor que lo devora todo. La cultura de internet ha llegado a un punto en donde cada vez tenemos menos tiempo para consumir contenido. La oferta es escandalosa y prácticamente se puede jugar desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar.
Todo este cambio de mercado no ha sentado del todo bien a un sector tradicional que buscaba la comodidad del usuario. Las consolas son cómodas, sí, pero tienen limitaciones en un mundo que se mueve a toda prisa, en donde el usuario no espera y quiere consumir contenido de forma inmediata.
A todo esto se le suma que Microsoft está alentando a sus usuarios a jugar en ordenador. Esto no es para nada raro, ya que hablamos de la compañía de Windows, por lo que no habría nada más lucrativos para ellos que todo el mundo que quisiese jugar lo hiciese en Windows.
Sea como fuere la guerra de consolas puede que esté dando sus últimos coletazos. Todavía es pronto para saber qué es lo que va a pasar, pero lo cierto es que la nueva generación de consolas no está siendo tan esperada como sucedía años atrás. A pesar de lo triste que pueda parecer esto para algunos usuarios, por lo menos, siempre podremos seguir jugando.





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