El mes de septiembre ha terminado con una noticia de lo más decepcionante para muchos jugadores, un nuevo aumento en la subida de las suscripciones de Xbox Game Pass. Para los menos versados en la materia, Xbox Game Pass es un servicio de suscripción a través del cual se tenía acceso a un catálogo de videojuegos que se podían descargar y jugar desde el ordenador o, desde hace un tiempo, jugarlos directamente desde internet a través de la nube.
El servicio contaba con tres niveles de suscripción diferentes, cada uno con un precio distinto y diferentes ventajas. Además de que algún nivel ha modificado su nombre, lo cual no es muy relevante para el ánimo de la noticia, lo cierto es que cada uno de ellos ha visto su precio aumentado.
Las críticas de los usuarios no han tardado en llegar y han manifestado su malestar con la compañía en las redes sociales. A pesar que desde la propia Microsoft se han hecho eco de la noticia como una ventaja para todos los jugadores, debido a los nuevos beneficios que han incluido en sus niveles más altos, lo cierto es que esto no ha sido suficiente para la gran mayoría de los jugadores que se ven perjudicados.

El aumento del precio de Game Pass se suma al que hubo hace un año escaso en donde los precios subieron de nuevo. A pesar de que el aumento pasado no fue tan elevado ya que oscilaba entre los 5€ dependiendo del nivel, lo cierto es que en el nivel más alto el nuevo aumento prácticamente ha duplicado el precio de la suscripción.
Usuarios molestos y una página web caída
Dicen que la unión hace la fuerza y, a pesar de que no creemos que desde Microsoft vayan a dar marcha atrás en su política de precios, las quejas de los usuarios se han visto reflejadas al saturar la página de Xbox para dar de baja la suscripción.
Este impacto por parte de los usuarios puede poner en jaque al servicio, sobre todo si tenemos en cuenta las continuas insinuaciones sobre que el servicio no era rentable o que no había crecido con todo el ritmo que se esperaba. Ante un aumento tan repentino de precio cabe preguntarse si desde Xbox piensan que van a poder llegar a más jugadores o, por el contrario, se les ha olvidado sopesar que muchos de sus usuarios iban a darse ahora de baja.
Será la propia Microsoft la que tenga que tomar cartas en el asunto y bien, ofrezca nuevos incentivos a los jugadores y haga mejorar un servicio que, hasta hace un tiempo, era excelente, o probablemente nos encontremos ante un nuevo cambio en el paradigma del mercado de los videojuegos.
Cabe destacar también que Game Pass también era una plataforma estupenda para muchos desarrolladores desconocidos que daban a conocer sus juegos a través de este servicio de suscripción. Si Xbox se centra en sacar a su servicio de préstamo nuevos videojuegos que cuenten con un precio más alto, ya sea porque tengan más calidad o sean más nuevos en el mercado, habrá que ver en qué lugar quedan todos esos desarrolladores independientes que tan bien les ha ido con el hacer de la compañía.
¿Los motivos de la subida?
A pesar de que prometieron por activa y por pasiva que la compra de Activision por parte de Microsoft no iba a afectar a la subida de Game Pass, lo cierto es que parece que ha acabado pasando.
Es bastante llamativo que las subidas que se han ido experimentando se han producido justo antes de uno de los principales atractivos del servicio, los juegos de Call of Duty, por lo que se puede entender que existe cierta relación.
Por otro lado, también Xbox busca dar un servicio de mayor calidad y más completo, por ejemplo, ofreciendo su juego a distancia para que usuarios puedan jugar desde televisores o teléfonos móviles a través de una aplicación sin necesidad de consola u ordenador. El tiempo dirá si esta decisión tan controvertida ha sido algo bueno para Microsoft o no.