La inteligencia artificial cada vez tiene más presencia en nuestras vidas. A pesar de que llevamos años conviviendo con aparatos inteligentes, desde el teléfono móvil hasta el televisor, lo cierto es que la inteligencia artificial ha evolucionado mucho durante los últimos años.
Hablamos de inteligencias artificiales que son capaces de crear canciones, poemas, imágenes, redacciones… Además de todas estas creaciones para que cuentan con una respuesta para todo, lo que está provocando que cada vez sean más las personas que acuden a estas aplicaciones de inteligencia artificial para encontrar solución a sus problemas.
Sin darnos cuenta todo esto nos está creando una gran dependencia. Si piensa en el pasado apagón que sufrimos, querido lector, seguramente haya caído en la cuenta de la dependencia que tenemos de la electricidad. Desde luego que se trata de una dependencia reciente, ya que cientos de años atrás esto no hubiera supuesto ningún tipo de problema ya que el estilo de vida era diferente.
Cuando generamos dependencia ante algo así nos volvemos sus esclavos. Si nos acostumbramos a que la inteligencia artificial nos dé una respuesta a nuestras preguntas, haga nuestras labores o piense por nosotros… ¿no nos restaría esto independencia?
La inteligencia artificial es muy costosa para muchas empresas
Hace unos pocos meses se volvió viral una noticia en la que muchos ingenieros pedían a los usuarios que no fueran tan educados con la IA. Muchas personas se dedicaban a saludar a la inteligencia artificial o a darle las gracias a través del chat cuando esta les daba la respuesta que estaban esperando.

Foto de archivo
Esta noticia, a priori curiosa, nos explicaba que detrás de cada petición a la propia inteligencia artificial hay un montón de procesadores trabajando que analizan la pregunta y ofrecen una respuesta consecuente. El problema de mandar un saludo o dar las gracias es que la propia IA tenía que trabajar en una respuesta que no aportaba valor.
Esto nos deja una conclusión bastante evidente, el uso de la inteligencia artificial es costoso para la empresa. No vamos a entrar en que seguramente sea algo que sale rentable, de ahí que tanto se invierte o se desarrolle en la misma, pero sí sobre qué puede ser un problema que, a la larga, puede que no resulte tan rentable.
¿Qué sucedería si se apagaran los servidores de inteligencia artificial?
A partir de aquí podemos preguntarnos sobre los problemas que tendría la sociedad si los servidores de inteligencia artificial dejan de funcionar. Imagina por un momento que, el día de mañana, las grandes corporaciones decidan apagar estas máquinas. Por el motivo que sea ya no sale rentable, no interesa o la tecnología es insuficiente.
Después de haber creado una dependencia prácticamente absoluta a la inteligencia artificial… ¿Quién nos va a decir dónde se encuentra el restaurante chino más cercano a nuestra casa? ¿Quién va a contar un cuento a nuestros hijos cuando se metan en la cama? ¿Qué echarán en la televisión la semana que viene?
La dependencia absoluta de la inteligencia artificial provoca que el usuario cada vez piense menos por sí mismo. Delegar ciertas tareas básicas a estas máquinas es un problema de dependencia a largo plazo.
No hace falta irse muy lejos para ver el problema con las suscripciones. Hoy en día vivimos en un mundo en donde contamos con suscripciones para ver la televisión, escuchar música o jugar al ordenador. Cuando estas suscripciones suben de precio nos enfrentamos a un problema que hace años no teníamos para el que la solución termina siendo dejar de escuchar música, jugar a menos juegos o ver menos la televisión.
El uso de la inteligencia artificial tiene muchas ventajas, pero crearnos tanta dependencia es algo muy peligroso. No sabemos si el día de mañana puede haber un colapso en la información, que los rayos del sol frían por completo miles de circuitos o que simplemente haya dejado de ser rentable.
Independientemente de cuál haya sido la causa, el no disponer de algo que nos ha generado tanta dependencia durante los últimos años será un verdadero problema. Utiliza la inteligencia artificial con diligencia y nunca pierdas tu autonomía a la hora de tomar ciertas decisiones o hacer las cosas para evitar estos problemas en el futuro.